Tablero Deportivo

jueves, julio 31

Todo pasa, vos también


"De acá me van a sacar con los pies para adelante". Muchas veces se escuchó decir eso a Julio Humberto Grondona, y lo logró. El "todo pasa" se cumplió a rajatablas nuevamente en su vida, más que nunca. A los 82 años dejó de existir el dirigente mas importante que tuvo el fútbol argentino, una persona que dejó un legado muy difícil de igualar y fue el último funcionario que permaneció de la dictadura militar. 
Está claro que la muerte no se le desea a nadie y tampoco es humano salir a agradecer su deceso, pero el daño que le causó a mucha gente e instituciones éste gran político hace que por calle Viamonte todavía resuenen los bocinazos y gritos de personas mostrando su alegría por lo ocurrido. 
El manejo político, la inteligencia y la no democracia para decidir todo por sobre todo fueron características de lujo de Grondona. No se pone en jaque la trayectoria de un hombre que sólo sabía hablar castellano y se jactó de ser durante años vicepresidente de la Fifa. Eso no se discute, pero sí sus diferentes maniobras.
Ingresó al poder el 6 de abril de 1979 de la mano de Carlos Alberto Lacoste y a partir de allí se amoldó a los gobiernos de turno, incluso con Néstor Kirchner quien intentó sacarle el poder pero  Don Julio amenazó con desafiliar al fútbol argentino de la Federación Internacional de Fútbol Asociado. El final es conocido: Grondona logró el apoyo de Néstor y luego el de Cristina Fernández para, entre muchas cosas, instalar el Fútbol Para Todos. Una acción que deja en evidencia más que nunca la habilidad que tuvo para manejarse en las duras adversidades. 
Estuvo 35 años al mando de la AFA gracias a que compraba los votos de los diferentes dirigentes de los clubes: ayudas económicas, pasajes para ver a la Selección Argentina y apoyos de todo tipo eran el anzuelo con el que Julio captaba seguidores. Quien se le oponía, el fin de semana sufría las consecuencias en la cancha.
Los familiares de los 183 muertos en los estadios durante su extenso período soñaron alguna vez con que les diera explicaciones de porqué tanta violencia y de porqué en un juego que debe ser una fiesta suceden capítulos dignos de una película de guerra. Quizás él no le dio vida a la violencia, pero la crió y mantuvo debajo de la alfombra porque obviamente le convenía. Tapó todo con plata. Es tan grave eso como los que aceptaron ese dinero para callarse y no denunciaron innumerables hechos que sólo él se llevó. Porque si hay algo claro es que lo que salió a la luz es un cuarto de lo que hizo.
Fue tan jodido que antes de irse se jactó de decir que Diego Armando Maradona, sí, Diego Armando Maradona, el mejor jugador de la historia del fútbol mundial y el trampolín que utilizó para llegar tan lejos en la Fifa, ¡era mufa!. También no se olvidó de dejar un fútbol manchado, sucio y sospechado en todo sentido. Un fútbol con clubes empobrecidos y que a partir de 2015, si nada cambia, tendrá ¡30 equipos en primera división!. 
Difícil saber que será del futuro de la AFA sin él. Lo único que pretende el pueblo argentino es que de una vez por todas se haga una elección transparente y seria y que gane el que obtenga la mayor cantidad de votos gracias al proyecto que presentó y no por arreglos, algo en que Julio Humberto se destacó. 
La muerte no se le desea nadie, pero su historia marcó que gran parte sonría ante su fallecimiento. Quédense tranquilo que todo pasa; y por suerte él ya pasó. 

Emir Diamante

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