"La idea era salir entre los 15 en el mundial y buscar una medalla panamericana, aunque sabía que no era el favorito", expresa Julio Alsogaray, luego de su excursión por Canadá, primero en el mundial de la clase Láser, y enseguida en los Juegos Panamericanos, esos juegos que ya lo vieron colgarse una medalla de bronce en Río 2007 y de oro en Guadalajara 2011.
Más allá de que esta vez no pudo subir al podio ya que finalizó sexto, sabe que haber logrado para el país un lugar en Río de Janeiro 2016 fue importante, aunque tenga que buscar el lugar personal entre Buenos Aires y Mar del Plata, en octubre y febrero del año próximo respectivamente. Sabía también que el panorama se presentaba complicado por el nivel que tenían los timoneles. "Se presentó mucho mejor que en Guadalajara. Magli, que salió tercero hace cuatro años, estaba entre los 20 mejores y ahora figura entre los 5 mejores, y yo, que estaba mucho más adelante, ahora retrocedí, Estaba la secuencia al revés. Bruno Fontes, de Brasil, compitió hace cuatro años y si bien es buen timonel, no es Scheidt, que es el mejor de la historia en Láser. El norteamericano que fue ahora era mejor que el anterior, igual que el canadiense, que además por ser local conocía mejor la cancha de regatas, los vientos, las olas, las corrientes; el chico de Islas Vírgenes recién empezaba cuando compitió en México y ahora llegó mejor, también estaban un peruano que anduvo muy bien, el chileno Matías del Solar, se presentaba un panamericano más fuerte. Cuatro años en esta clase es mucho, y más si cambian las personas".
- Sin embargo, tu comienzo fue bueno y el final también...
- Sí, yo me sentía bien pero tenía que tener algún día con más viento, que son los mejores para mí. El primer día salí tercero, empezaron a largar regatas con menos nudos de los que corremos habitualmente, con muy poco viento. Imaginate que estaban programadas dos regatas por día y se corría una sola y muy corta. Sabía que los rivales estaban en un mejor momento que el mío. El segundo día tuve una bandera amarilla y después bandera negra que es por largar pasado, y con un solo descarte en 12 regatas, empecé a pensar que no podía tener más errores, al tercer día ya tenía el descarte hecho. El guatemalteco andaba más rápido y con una confianza que lo llevaba adelante, al revés que yo. Fueron pasando los días, fui arriesgando un poco más, me vi medio lejos de la clasificación y de las medallas del color que sea porque eso se define el último día. Clasifiqué para la medal race (regatas por las medallas), gané la última regata, pero tenía una sola posibilidad de salir quinto, algo lejana. Cuando te condicionas mucho con un resultado para ir para adelante, a veces fallas.
- ¿Y de qué manera proyectas Río '16?
- Empecé bien el año, en Miami, cuando salí quinto y le gané a todos los que te nombré. Estuve en Palma de Mallorca y terminé 13o, que es un buen puesto, 18o. en Hyeres, Francia, y en Italia, en una copa europea, terminé cuarto. Da la casualidad de que en Miami, Italia y en los Panamericanos gané la medal race (clasificaban los 6 primeros), por eso me cargaban y me decían que era campeón mundial de la medal race. Yo me siento bien navegando, pero hay que tener la energía y la capacidad de antes y elevarla porque los rivales crecen.
- ¿Sentís el paso del tiempo?
- Seguro que se siente. Va a ser mi último año en Láser, después me voy a cambiar de clase. Scheidt tiene 5 medallas, 43 años y no aguanta más, porque el Láser implica mucha energía y entrenamiento, tiene mucho desgaste físico y mental, siempre hay mucho recambio de gente, aparecen nuevos y tenés que competir contra 20 que son parejos o incluso mejores que vos... podés salir 20, 18 o 4. en cambio, en otras clases, cuando le agarrás la mano técnicamente al barco, ya está. En 4.70, los chicos no navegaban hace un año, corrieron en Palma de Mallorca y ganaron. En Láser dejaste de correr un año y quedaste 30.
- Te pasó cuando venías detrás de Diego Romero, él no corrió un par de regatas y pasaste al primer lugar...
- Sí, es verdad, estaba inalcanzable pero lo pude alcanzar y superar y llegué a mis primeros panamericanos con 27 años. El desgaste de que constantemente aparece gente nueva es pesado, es sacrificado. Muchos hacen un ciclo con Láser y después cambian.. Tom Slingsby cambió, Paul Goodison cambió, y así un montón de campeones mundiales.
- ¿Pero la idea es seguir navegando?
- Sí, sí... no sé en qué clase. De acá a los JJ.OO. quiero poner todo para cerrar la etapa de Láser. El catamarán (Nacra 17) es lindo pero no me da el peso porque hay que estar en 70, 74 kg como mucho y yo peso 85, asi que veremos en su momento. Las clases olímpicas son más complicadas que las de los Panamericanos... hasta ahora Argentina tiene tres barcos clasificadas para Río '16: Láser, Nacra 17 y Windsurf masculino aunque yo creo que van a ser algunas más como los dos 49er., masculino y femenino, Láser femenino, 4.70 masculino y no hay mucho más. Fuimos 450 deportistas de Argentina y en los JJ.OO. vamos a ser alrededor de 100.
Mientras se prepara para volver en unos días al YCA (Yacht Club Argentino) en Dársena Norte, donde entrena con el español Javier Hernández, aquí no deja su rutina de entrenamiento fuera del agua, supervisado por Edgardo Rasio, y que incluye correr, doble turno de bicicleta, gimnasio en el Náutico y algo de natación, Julio deja una definición sobre el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard): "A nosotros nos cambió la vida como deportistas de alto rendimiento. Pero el problema lo tiene el deportista que arranca, y allí está fallando un poco porque en otros países, la secretaría de deportes regional o municipal, o incluso los clubes mismos son fuertes y regionalmente tiene ese complemento. Acá hay que trabajar eso. Uno de los proyectos que hay es que exista un ministerio de deportes y no una secretaría, porque hoy depende de Desarrollo Social, es una de las ramas y siendo ministerio tendría otro presupuesto y más autonomía".
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